lunes, 23 de noviembre de 2015

EDUCANDO CONTRA LA VIOLENCIA

LIBERTAD ES NOMBRE DE MUJER

Se empeñaron en hacernos creer
que somos el sexo débil
nos limitaron y nos reprimieron,
nos impusieron los roles de nuestra existencia.

Pero nosotras que hemos aprendido a querernos,
como somos
apoyamos a aquellas que son vida
y a aquellas que nos la dan.

Orgullosas, valientes, sin miedo
para decir nunca más
para abrazarnos
si una de nosotras tiembla.

Y es que el respeto empieza en una misma
así que ni una mano más encima
que ahora ya no hay voces que gritan
solo caricias que tranquilizan.

No des las gracias nunca más,
porque es lo que merecemos.
No pidas perdón

porque vivir no es un delito.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Somos lo mismo, dos veces.

Anoche vino a mí
disfrazada de mujer
y me susurró al oído
prometo no volver a verla más.

Y se llevó,
todas las lágrimas que ya no necesito.

Y esperar que el amor,
nos espere a la vuelta de la esquina.
O simplemente.
Nos espere.


Apagó el fuego del mechero,
con los demonios que salen del infierno,
y se quedó conmigo,
la pena.
Quiero decir.


domingo, 8 de noviembre de 2015

Mi cara en un poema (de los que cuesta leer)

Me gustaría que alguien me dedicara un poema,
en una hoja de libreta arrancada,
con los márgenes sucios y un intento de letra bonita.
Que el nombre me haga sonreír,
y el autor me diga que dudaba entre varios.
Que no me hable del tiempo,
ni sea una oda a mi alegría.
Quiero que me susurre el mejor orgasmo de mi vida,
que las letras se monten una orgía,
que el contenido sea lo de menos
pero que al mismo tiempo,
me describa los gemidos que todavía no he gritado.
He emborronado con agua salada la tinta que pretendía contar algo,
y yo no le he dejado.
Mi cabeza me lo gritaba y yo,
dejaba mis manos quietas.
Quietas como las de los autores que todavía no me han escrito nada.
Y ellos mismos ni siquiera saben todo lo que me tienen que contar,
todo el mundo tiene algo que contar,
incluso esos que lo guardan para que nadie lo lea.
Todo el mundo tiene alguien por quien escribir,
a quien dedicarle cada trozo del papel,
o de la cama.
Y puedes no enseñárselo nunca,
o que lo encuentre por accidente.
Puedes escribir un himno,
mucha gente se merece uno,
o puedes escribir gritos,
los míos, los de un pueblo,
gritos de placer o de rabia.
Escribo cuando lloro y lloro cuando leo,
y así es imposible mantener la cordura.
Me sirve como excusa para escribir.
Y para sobrevivir.
Si todo el mundo escribiera sus problemas,

sobreviviríamos todos mucho mejor.8