Me he atrevido
A plasmar tus gestos,
A contarte las caricias,
A reivindicar tus besos.
A sentir tu fuego de llamas que no arden,
A arder en tu fuego si me llamas.
Y ahora que llueve en mis mejillas,
Quiéreme.
Como no lo han hecho antes tus ojos,
Como si te hubiera dado miedo,
Con el corazón encendido.
Así que quiéreme,
Cómo nunca te he pedido.
Con el alma ensangrentada,
De sacarme los cuchillos.
Como el Sol persigue a la Luna
Cuando esta esconde sus ojeras.
Con cuidado al dibujar,
Con tus dedos en mi espalda
Que los trazos que me pintas
Es la tinta que traspasa.
Que hasta ahora mi vida,
Solo ha sido un verano sin julio,
un invierno anclado,
un invierno anclado,
Que solo se va, si bajas los párpados.