Los
moldes, los tópicos, lo que está bien y lo que no tanto. Lo que me
ata y me esclaviza, lo que está bien visto, lo que hacen las
señoritas, lo que nunca deberían hacer. Las sociedades y sus
prejuicios, y sus juicios. Sus normas, sus leyes, sus deberes, sus
reglas, las reglas de la vida, nuestros objetivos que muchas veces se
convierten en miedos.
Lo que
deberíamos desear, lo que podemos desear, lo que queremos desear y
al final, lo que nos permiten desear. Lo establecido y lo civilizado,
lo conocido, lo vulgar y lo ordinario, los temores que nos inculcan
para no salirnos del rebaño. Lo correcto, lo que se considera
triunfar, lo que se considera celebrar un triunfo. A donde te lleva
la corriente que es muchas veces donde te atasca. Los atascos, las
rutinas, el segundero, el minutero, el pasar de las horas, que pasen
demasiado rápido, que nos cambien la hora.
PERO,
las vueltas de la vida, las que damos nosotros, lo impredecible y lo
mágico, lo que nos sorprende, para bien o para mal. Las reglas que
no cumplimos, los sueños, los que todavía no son objetivos, los
derechos, los que tenemos y los que todavía nos faltan y también
soñamos, lo que soñamos en silencio y lo que gritamos a los cuatro
vientos. Lo raro, lo inusual, los que no tienen prejuicios, ni
fronteras, los que desean con fuerza, las sociedades que son humanas.
Los
caprichos concedidos, que te mimen, que te quieran, que te abracen,
que te besen. La saliva.
La piel
de gallina, el placer y el éxtasis, los recuerdos, los que aparecen
en ellos, los que solo son eso, recuerdos, los descansos y cansarte y
que te cansen, el miedo y acabar con él.
Las
ilusiones que iluminan, las decepciones, las alegrías, las nuevas
etapas, los cambios, no encajar nunca del todo, parar el reloj, lo
incorrecto pero que nos hace felices, lo que sobrepasa los límites,
sobrepasarlos. No encontrar palabras para describir una sensación,
expresarlo en suspiros, en risas o sonrisas, en miradas, en lágrimas,
en abrazos.
Las
miradas que lo dicen todo, los que lo dicen todo con una mirada, los
que callan, los que aceptan y los que luchan. Los que leen y los que
escriben, los que sienten y se callan, los que sienten y lo dicen,
los que gritan, lo que se grita, las personas, los pequeños
detalles, los detalles que nos hacen felices, los detalles que lo
cambian todo, el insomnio y el ingenio.
El
tiempo, la felicidad, lo prohibido, los que nos quieren y a los que
queremos, los que nos hacen felices, los que dan su vida por nosotros
y todas las veces que nosotros la hubiéramos dado por ellos.