lunes, 20 de julio de 2015

Vagabunda

Ahora que no estás,
echo de menos que algún libro hable de nosotros.
Vuelve.
Y hazme recordar por qué sigo aquí.
Por qué el humo me dibuja tu cara en los pulmones.
Por qué cada vez que me levanto me pesa más tu ausencia.
Y a veces me acuerdo de lo imperfecta que soy yo,
de lo imperfecto que eres tú.
Vuelve.
Y cúrame el insomnio y las pesadillas
que acechan cada noche
con matarme lento,
aunque más rápido que tú.
Entre los brazos de cualquier otro,
que como tú me prometió la Luna
mientras el sol se ponía.
Y yo, que soy tan física, tan práctica
y tú tan matemático o tan poco enigmático.
Que desearía que alguna vez,
recuerdes que me he creído tus promesas,
tan millonarias en mentiras,
y yo tan pobre.
Y ahora otra vez vuelvo al banco del parque,
arropada con la indiferencia,
esperando que vuelvas para enamorarte de mi corazón,
vagabundo de amores y abandonado a la desidia que me obliga a abandonar,

como tú lo hiciste conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario